viernes, 12 de agosto de 2011

“REPERCUSIONES DE LA DEUDA DE ESTADOS UNIDOS”



El reciente bache económico en Estados Unidos, ha puesto a la política en el centro de la perspectiva económica, ya que el desbalance fiscal de este país, conlleva grandes desafíos para los responsables políticos.
El riesgo actual no es tanto de corte financiero, sino más bien el riesgo es que las negociaciones políticas se conviertan solamente en soluciones a corto plazo y no en un plan de consolidación a largo plazo.
En Estados Unidos la disputa política entre los dos enfoques contrarios y altamente ideologizados respecto a la reducción del déficit, ha traído confusión, la cual se ha visto reflejada en la alta volatilidad de los mercados. El acuerdo para aumentar el techo de la deuda, sin contar con un plan para una consolidación fiscal a largo plazo, no ha tranquilizado las preocupaciones sobre la sostenibilidad a largo plazo de la economía norteamericana.
Para nuestro país, aún cuando este año inició con una buena perspectiva en cuanto a crecimiento económico, vinculado con la industria de exportación, en particular con el sector automotriz, dos eventos externos han moderado su ritmo de crecimiento; el primero de ellos se presentó en marzo pasado como resultado del terremoto que sacudió Japón, el cual afecto la cadena de suministros para la industria automotriz.
El segundo, es la debilidad de la recuperación del gasto de los hogares norteamericanos, básicamente por el proceso de desapalancamiento en que se encuentran, y a un mercado laboral que está lejos todavía de retomar los niveles previos a la crisis.
Es por lo anterior que de nueva cuenta, es importante el retomar la necesidad de incentivar el mercado interno, ya que si bien, de acuerdo a las últimas cifras de INEGI, se ha mejorado en actividades como ventas al mayoreo o estabilizado en la tasa de desocupación abierta, nuestra economía aún sigue reflejando vulnerabilidad al entorno global.

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